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                   Foto:  https://diariocorreo.pe/edicion/arequipa/una-vida-dedicada-a-la-difusion-de-la-cultura-arequipena-noticia/ 
                    
                  MERCEDES PINO LINARES 
                    ( PERÚ ) 
                    
                  (  Lima, 1945 ) 
                    Desde que nasceu viveu em Arequipa, no histórico bairro de San Lázaro, sobre o  qual escreveu lendas, poemas e canções. 
                    É graduada em Língua e Literatura pela Universidad Nacional  de San Agustín, também em Pedagogia e  Psicologia pela Universidad Católica Santa María. 
                    Realizou estudos de Promoção em Cultura e Turismo, em E. Galaxi – Miami,  Flórida, USA.  
                    Pertence ao Centro de Escritoras Arequipa, assim como da Casa del Poeta  Peruano, à Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJP), a Mesa  Redonda Panamericana  - Zona V e a  Escritores Cordobeses Asociados de Argentina. 
                    Participou em diversos encontros de escritores em Perú, no Chile, Equador,  Porto Rico, Argentina e México, onde participou de uma antologia.  
                    Publicou os livros Descubriedo el ser más valioso (autoestima), 1994; El  alma herida (poesia, 2000); El niño de la otra banda (relato, 2001)  e como coautora o álbum musical Alma herida, 2001.   
                    
                     
                   
                  TEXTOS  EN ESPAÑOL  -  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                     
                   
                  
                  PINO LINARES,  Mercedes.   Vientos de otoño. Prefácio por Gloria Mendoza  Borda.    Lima, Perú:  Arteidea Editores, 2006.  No. 10 038     
                    Exemplar da biblioteca de Antonio Miranda, amigo (livreiro) em Brasília, DF. 
                    
                          
                    PROFANEMOS  EL TIEMPO 
   
                      La luna tiende su plata 
                    sobre los campos verdes 
                    en tus brazos  
                    aromas de setiembre 
                    encienden hogueras en mi piel. 
                    Amémonos 
                    sobre la fresca hierba 
                    tricemos los diamantes del rocío 
                    rompamos las voces del silencio 
                    profanemos la orilla del tiempo 
                    el fuego de este amor 
                    queme la noche 
                    y prenda fulgores en el alba.  
   
                     
                    DESAMPARO 
   
                      Se ha dormido la tarde 
                    sin pintar el ocaso 
                    una sombra doliente 
                    cubre la nieve de las montañas 
   
   
                    tiende un velo de silencio 
                    sobre la voz del río 
                    sólo queda la noche 
                    y las tinieblas de mi pena. 
                    No espero el alba 
                    del tercer día 
                    no vendrá el sol 
                    con sus hilos amarillos 
                    a tejer sobre mi lecho 
                    su manto de ternura.  
                    Qué vacío inmenso 
                    nada me abriga 
                    en este desamparo. 
                    Mirando mi soledad 
                    el dolor se viste de afilado acero 
                    traspasa la desnudez de mi piel 
                    llagando mi costado herido. 
   
   
                    SIMIENTE  DE FUEGO  
   
                    Bendito sea el fuego 
                    que me anima 
                    a pesar de las manos desgarradas 
                    de tanto escarpar los abismos 
                    del fragor de las batallas 
                    de las dudas 
                    que me envuelven 
                    al verse quebrar mis sueños 
                    de mis noches pobladas de silencio 
                    y las sombras 
                    que duermen en mi almohada. 
                    Tener valor 
                    para esperar el día 
                    abrir de par en par la puerta 
                    tomar el puente 
                    que me lleve al alba 
                    robar al sol 
                    sus alas refulgentes 
                    y volver a clamar por la vida. 
   
   
                    VIENTOS  DE OTOÑO 
   
                    A orillas de mi pena 
                    veo el andar de mis días 
                    persiguiendo la huella de tus pasos 
                    esperando el retorno del mar 
                    de tu mirada ausente 
                    del imposible límite del tiempo 
                    mientras el viento del otoño 
                    barre mis horas 
                    hojas tristes. 
   
                    Pero este corazón apasionado 
                    se apega en su latir a la vida 
                    mi verso intenta reparar el tiempo 
                    romper 
                    las ataduras del dolor 
                    dejar la pena 
                    al otro lado de la luna 
                    pintar nuevas auroras 
                    en  mi cielo gris.  
   
                    Tú centro de mis siete puntas 
                    serás luz que repare mi fe 
                    quebrada en sombras 
                    estarás en lo más tierno de mis sueños 
                    en esta nueva senda 
                    que debo recorrer. 
   
                    El baúl del tiempo 
                    intento ovillar los recuerdos 
                    que transitan mis horas 
                    mis días 
                    llagando mi costado herido. 
                    Huir de la celda de soledad y silencio 
                    desterrar de mi canto la tristeza 
                    abolir en mi verso la melancolía 
                    despojarme de este manto de sombras 
                    aferrado a mi desierta piel 
                    hilarme nuevas vestiduras. 
   
                    El fuego que atiza mi ser 
                    alimenta mi esperanza 
                    mi porfía 
                    el impulso tenaz de mi paso 
                    al ir por la vida. 
   
                    Perdida en mi larga noche 
                    recorrí descalza los desiertos del  vacío 
                    agonicé de dolor en la intemperie 
   
                    nada me abrigaba en mi desamparo. 
                    Desgarrada en esta lucha 
                    sobreviví a mi dura travesía 
                    redimida de penas 
                    vuelvo a erguirme 
                    con mi loco y terco anhelo 
                    a construir la voz en mi silencio. 
   
                    A pesar de los vientos del otoño 
                    echarme andar 
                    retando a los caminos 
                    ser otra vez yo misma 
                    palpar y sentirme agua y fuego 
                    robar a la noche sus destellos 
                    volver a ser la luz del alba 
                    mies en mis campos madurados 
                    tener al sol 
                    ondeando en el cauce de las venas  
                    en las manos jugueteando 
                    el armiño plateado de la luna 
                    y en los labios 
                    siempre plena de palabra.          
                    
                  TEXTOS  EM PORTUGUÊS 
                    Tradução de Antonio Miranda      
                          
                    PROFANEMOS  O TIEMPO 
   
                      A lua estende sua prata 
                    sobre os campos verdes 
                    em teus braços  
                    aromas de setembro 
                    acendem fogueiras em minha pele. 
                    Amémo-nos 
                    sobre a fresca grama 
                    tricemos os diamantes do orvalho 
                    rompemos as vozes do silêncio 
                    profanemos as margens do tempo 
                    o fogo deste amor 
                    queime a noite 
                    e prenda fulgores na alvorada. 
   
                     
                    DESAMPARO 
   
                      Dormiu a tarde 
                    sem pintar o ocaso 
                    uma sombra sofrida 
                    estende sobre a neve das montanhas 
   
                    estende um véu de silêncio 
                    sobre a voz do rio 
                    só fica a noite 
                    e a escuridão de minha pena. 
                    Não espero a alvorada 
                    do terceiro dia 
                    não virá o sol 
                    com seus fios amarelos 
                    a tecer sobre meu leito 
                    seu manto de ternura.  
                    Que vazio imenso 
                    nada me abriga 
                    neste desamparo. 
                    Olhando minha solidão 
                    a dor se veste de afiado aço 
                    transpõe a desnudez de minha pele 
                    alagando minhas costas feridas. 
   
   
                    SEMENTE  DE FOGO  
   
                    Bendito seja o fogo 
                    que me anima 
                    apesar das mãos desgarradas 
                    de tanto escarpar os abismos 
                    do fragor das batalhas 
                    das dúvidas 
                    que me envolve 
                    a ver romper-se meus sonhos 
                    de minhas noites povoadas de silêncio 
                    e as sombras 
                    que dormem em minha almofada. 
                    Ter valor 
                    para esperar o dia 
                    abrir de par em par a porta 
                    atravessar a ponte 
                    que me leve à alvorada 
                    roubando sol 
                    sus asas refulgentes 
                    E voltar a clamar pela vida. 
   
   
                    VENTOS DO  OUTONO 
   
                    Nas margens de minha pena 
                    vejo o caminhar de meus dias 
                    perseguindo a impressão digital de teus  passos 
                    esperando a volta do mar 
                    de teu olhar ausente 
                    do impossível limite do tempo 
                    enquanto o vento do outono 
                    varre minhas horas 
                    folhas tristes. 
   
                    Mas este coração apaixonado 
                    se apega em seu pulsar a vida 
                    me verso tenta recuperar o tempo 
                    romper 
                    as ataduras da dor 
                    deixar a pena 
                    do outro lado da lua 
                    pintar novas auroras 
                    em me céu cinzento.  
   
                    Teu centro de minhas sete pontas 
                    serás luz que recupere minha fé 
                    rompida em sombras 
                    estarás no mais suave de meus sonhos 
                    neste novo sendeiro 
                    que devo percorrer. 
   
                    O  baú do tempo 
                    tento espiralar lembranças 
                    que transitam em minhas horas 
                    meus dias 
                    chagando minhas costas feridas. 
                    Fugir da cela de solidão e silêncio 
                    desterrar de meu canto a tristeza 
                    abolir em meu verso a melancolia 
                    despojar-me deste manto de sombras 
                    apegado à minha pele deserta 
                    alinhar novas vestimentas. 
   
                    O fogo que atiça meu ser 
                    alimenta minha esperança 
                    mi teimosia 
                    o impulso tenaz de meu passo 
                    ao seguir pela vida. 
   
                    Perdida em minha longa noite 
                    percorri descalça os desertos do vazio 
                    agonizei de dor na intempérie 
   
                    nada me abrigava em meu desamparo. 
                    Desgarrada nesta luta 
                    sobrevivi à minha dura travessia 
                    redimida de penas 
                    volto a erguer-me 
                    com minha louca e teimosa ânsia 
                    a construir a voz em meu silêncio. 
   
                    Apesar dos ventos de outono 
                    lançar-me a andar 
                    desafiando os caminhos 
                    ser outra vez eu mesma 
                    apalpar e sentir-me água e fogo 
                    roubar da noite seus brilhos 
                    voltar a ser a luz da alvorada 
                    por minha parte em meus campos amadurecidos 
                    ter o sol 
                    ondeando no canal das veias  
                    nas mãos partilhando o arminho prateado  da lua 
                    e  nos lábios 
                    sempre plena de palavra.    
                    
                  * 
                  VEJA e  LEIA outros poetas do PERÚ em nosso Portal:      
                  http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/peru/peru.html  
                  Página publicada em outubro de 2024 
                  
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